De cara al Día Mundial Antitaurino, una efeméride que busca visibilizar el sufrimiento de los toros en espectáculos de tauromaquia, la Plaza México anunció en un comunicado que no consideran posible participar de los espectáculos taurinos libres de violencia que el Congreso de la Ciudad de México aprobó el pasado 18 de marzo.
‘La México’, el recinto de tauromaquia más grande del mundo, declaró que les es “técnicamente inviable” regirse por este dictamen y advirtieron que continuarán explorando sus opciones para rechazar las medidas aprobadas:
- Prohibición de las corridas de toros con violencia.
- Creación de la figura del “espectáculo taurino libre de violencia”, permitiendo la continuidad de actividades en la Plaza de Toros bajo nuevas reglas.
- Prohibición de la muerte del toro dentro y fuera de la plaza; los animales serán devueltos a su ganadería una vez concluido el espectáculo.
- Protección de la integridad física de los toros, evitando maltratos antes, durante y después del evento.
- Eliminación del uso de objetos punzantes como banderillas, espadas y lanzas, permitiendo solo el uso del capote y la muleta.
- Protección de los cuernos del toro, evitando daños a otros animales o personas.
- Limitación del tiempo de la corrida a un máximo de 10 minutos por toro, con un límite total de 30 minutos.
La industria de la tauromaquia ha argumentado preocupación por la pérdida de empleos que resultaría de esta legislación, aunque declaraciones del diputado Diego Garrido del Partido Acción Nacional (PAN) en la fecha del dictamen indican que ese factor fue tomado en cuenta previamente y evitó una prohibición total:
“Nosotros estamos diciendo no a la violencia contra los animales, no a la tortura, no al maltrato animal; y sí al empleo, sí a la derrama económica que genera la fiesta brava, sí a que siga la existencia de esta raza del toro de lidia”.
Mientras tanto, el pronunciamiento del diputado del Partido Verde (PVEM) Jesús Sesma, se alineó más con el de las organizaciones animalistas:
“Se pudo lograr más en la defensa y protección de los toros mediante la prohibición total de las corridas, pero no podemos negar que el paso que hoy estamos dando es gigantesco, monumental, diría yo, para garantizar el trato digno y respetuoso que por siglos les ha sido negado a los toros”.
Por su parte, la Secretaria del Medio Ambiente, Julia Álvarez Icaza, señaló que la transformación del espectáculo taurino en la Ciudad de México “reafirma el compromiso de ser una ciudad animalista”, lo cual también refleja las tendencias legislativas del gobierno mexicano y las preferencias de sus habitantes.

Mitos y datos
¿Dónde está prohibida y permitida la tauromaquia?
Información recabada en su mayoría por Our World In Data, con actualizaciones de agencia moral sobre Bolivia, Ecuador, México y Venezuela.
- Prohibición total: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Italia, Paraguay, Panamá, Reino Unido y Uruguay.
- Prohibición parcial (por territorio o por solo permitir espectáculos sin sangre): Bolivia, Canadá, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Honduras, México, Nicaragua, República Dominicana y Venezuela.
- Sin prohibición legal: China, España, Francia, Guatemala, India, Portugal y Perú.
¿Cuántos toros son usados en corridas cada año?
Según la organización Humane World, 180,000 cada año a nivel mundial.
¿Qué toro se utiliza en las corridas?
El toro de lidia, una “raza” proveniente de la especie Bos Taurus, que por siglos ha sido criada selectivamente para potenciar aspectos particulares de su morfología con el propósito de ser usada en el toreo. Cabe mencionar que la raza no es una categoría clasificatoria en zoología, así que no es un término científico sino descriptivo y cada vez más en desuso, pero informalmente subdivide a animales que comparten características fenotípicas, es decir, visibles.
¿Cuánto pueden vivir los toros?
De acuerdo con el Museo de Zoología de la Universidad de Michigan, los toros domesticados pueden vivir hasta 20 años. Su expectativa de vida en las corridas de toros es de cuatro años y en la ganadería es de entre 18 meses y tres años.
¿Qué pasa con los toros que son criados y no son usados en corridas?
Después de pruebas especiales llamadas “tientas”, todos los toros tímidos y dóciles de ambos sexos son descartados como animales de pelea y enviados a mataderos para que su carne sea procesada y vendida.
¿Los toros usados en las corridas sufren?
Existen prácticas documentadas previo a las corridas en las que los toros son atormentados física y mentalmente antes de entrar al ruedo. Cabe destacar que los toros son animales de presa, por lo que cuando atacan al torero, no lo hacen como depredador, sino para defenderse cuando perciben peligro.
Y durante las corridas, los toros atraviesan los procesos que neurológicamente constituyen el dolor físico: transducción, transmisión, modulación, proyección y percepción.
A grandes rasgos, esto significa que cuando los toreros les clavan objetos punzocortantes, estos dañan su piel, músculos, arterias, venas y el tejido conectivo, que contienen sensores fisiológicos llamados nociceptores. Estos mandan impulsos eléctricos al tálamo, la formación reticular y la corteza cerebral, donde se percibe el dolor.
¿Qué le pasa a los toros cuando las corridas terminan?
Son procesados para el consumo de su carne. Lo que ocurre con los indultados (a los que deciden no matar en una corrida) es un poco diferente: “Depende de varios factores que tienen que ver con el ganadero: su pedigrí, si es de un muy buen linaje; la familia dentro de la ganadería, si es conveniente para continuar la estirpe; o si es de plena satisfacción el indulto, porque en algunas ocasiones los ganaderos vemos que el toro no nos servirá para la ganadería y es sacrificado”, de acuerdo con el medio digital Contexto Ganadero.
¿El toro de lidia desaparecerá si se prohíbe la tauromaquia?
No es en sí una raza susceptible a la extinción, ya que es un animal que ha atravesado constantes cambios por su extensiva crianza selectiva. Pero si nos enfocamos en sus características actuales, el reporte “Caracterización y dimensionamiento del sector bovino espectáculo en México” registró en 2018 una producción de 118,301 toros de lidia, de los cuales 6,516 fueron usados en eventos taurinos (aproximadamente el 5.5%). Ya que la mayoría son procesados por su carne, la evidencia apunta a que si la tauromaquia desapareciera, seguirían siendo criados para fines ganaderos.
¿Entonces?
El rechazo a la tauromaquia ha crecido, incluso en su país de origen, ante el evidente sufrimiento animal que genera. Queda por verse si México terminará por unirse a la mayoría de Latinoamérica en la prohibición de esta costumbre introducida al continente en la época colonial.